La fibra capilar está constantemente expuesta a factores que la pueden dañar, como el estrés, ciertos procesos químicos o el uso del secador. En consecuencia, el cabello se vuelve más débil y más propenso a la rotura. Además, las puntas tienden a deteriorarse fácilmente (puntas abiertas) y el resultado es un aspecto apagado.
Los cabellos frágiles tienen aún menor resistencia a estos tratamientos, como es el caso de los cabellos finos que, aunque tienen más hebras de cabello, presentan menor firmeza y cuerpo capilar.
Las líneas reparadoras incluyen ingredientes que refuerzan y nutren la estructura del cabello para ayudar a mejorar su resistencia a la rotura y sanear las puntas abiertas.