Seguro que si te hablo de rizos te viene a la cabeza esa amiga tuya con una melena rizada espectacular, pero que siempre se está quejando del tiempo que ha de dedicar a cuidar su pelo.
Y tu amiga tiene razón. El cabello rizado se debilita y rompe con mayor facilidad que el liso. Los rizos, además, suelen ser secos, a pesar de que absorben la humedad del ambiente con mucha fuerza.
La causa es que las glándulas sebáceas necesitan trabajar el doble para proteger los rizos que el cabello lacio; por este motivo, las cutículas del pelo quedan abiertas y con un aspecto rugoso que impide que la luz natural se refleje con intensidad. El resultado es un una cabellera más débil ante las agresiones del medio ambiente y menos bonita.
¿CÓMO PODEMOS SOLUCIONARLO?
Te sorprenderás, pero lo puedes solucionar comiendo, es decir, incorporando a tu dieta los alimentos que ayudan a mejorar el aspecto y la salud del cabello rizado.
Lo más importante es que los alimentos que comas sean ricos en ácidos grasos, sobre todo omega 3, y en biotina (vitamina H). Estos nutrientes aumentan el grosor del pelo y lo fortalecen, además de dar brillo y suavidad al cabello.
ALIMENTA TUS RIZOS
Coge lápiz y papel y comienza a apuntar lo que necesita tu amiga para lucir su melena rizada como siempre ha soñado.
Comenzamos:
- Fruta: sobre todo plátanos, ciruelas deshidratadas y manzanas.
- Nueces: muy ricas en vitamina E.
- Aceite de oliva y onagra: poderosas fuentes de ácidos grasos.
- Pescado azul: sobre todo el salmón.
- Legumbres: guisantes y garbanzos, fuente de vitamina B6.
- Marisco: rico, rico en ácidos grasos.
- Huevos: fuente proteica que agradecerán los rizos.
- Linaza: aporta gran cantidad de ácidos grasos (omega 3).